Eduardo Jaime, último mecanico ferrioviario
El 30 de agosto fue el día del ferrocarril, lo hemos reflejado en un excelente nota realizada por Sergio Alvez, y hoy nos trae la entrevista realizada a Eduardo Jaime quien fue el último mecánico ferroviario que tuvo el tren de la cooperativa Trenes Especiales Argentinos (TEA), que prestó servicio de pasajeros entre la Estación Apóstoles hasta Federico Lacroze durante el período 2003 a 2011. Hoy, Jaime vive en el barrio Estación, donde se dedica a la reparación de televisores y otros artefactos eléctricos.
“Recuerdo esos años con mucha alegría, a pesar del sacrificio que significaba prácticamente vivir arriba del tren. Yo salía con la formación y mis herramientas, listo para atender cualquier contingencia mecánica. Además trabajaba en el mantenimiento” cuenta Eduardo.
Tanto la parte eléctrica, como el sistema de frenos, refrigeración y otros numerosos aspectos que hacían al funcionamiento del tren, quedaban en manos de Eduardo. “Desde niño tuve la ilusión de trabajar en un tren y aprendí el oficio. Fue una lástima lo que pasó con TEA, porque nosotros manteníamos un servicio que a la cooperativa se lo terminan sacando por cuestiones políticas” afirma.
“Empezamos con cuatro cuatro coches y una máquina, al año y medio ya teníamos 18 coches y brindábamos un buen servicio, sin subsidios, y con pasajes económicos” dice el mecánico.
Jaime recuerda que el viaje que tuvo menor duración en el tramo Misiones a Buenos Aires, alcanzó las dieciocho horas, mientras que en una ocasión, debido a un desperfecto, se tardó cuatro días en unir las estaciones finales.
“Pasaba por decenas de pueblos, eso le daba mucha vida, los lugares estaban comunicados. Cuando el tren dejó de funcionar, esos lugares se fueron fundiendo y quedando sin movimiento” asegura.
Consultado sobre la posibilidad de un regreso del servicio, Eduardo sostiene que “es totalmente posible; si nosotros en TEA pudimos sostener un servicio más de diez años sólo con el boleto, ahora se tiene que poder”, aunque advierte que “primero hay que asegurarse de dejar las vías en perfecto estado. Traería muchos beneficios y volvería a reactivar a los pueblos. Mucha gente podría volver a viajar, porque hoy con los costos de los viajes terrestres hay muchas familias que dejaron de hacerlo”.
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