• 21/03/2023

El proyecto de Presupuesto Nacional 2023 aprobado en la Cámara de Diputados de la Nación la semana pasada y girado al Senado para su aprobación definitiva, incluye en sus cálculos la incorporación del tramo hasta Misiones del Gasoducto del Nordeste Argentino (GNEA), una obra que está suspendida desde 2015. De este modo, por enésima vez se reabre la posibilidad de que la provincia logre acceder al servicio de gas natural. Por Sergio Alvez

En agosto de este año, Presidencia de la Nación difundió a modo de pauta oficial en los diarios de mayor tirada del país y algunos matutinos de provincia, la publicación de un suplemento de cuatro páginas en las que se promocionan las obras del gasoducto Néstor Kirchner, donde no aparecía incluida la provincia de Misiones. Esto motivó el inmediato reclamo tanto del gobernador Oscar Herrera Ahuad como del Presidente de la Cámara de Representantes de la Provincia, Carlos Rovira.

“No claudicaré en mi compromiso con los misioneros de insistir para que Misiones esté incluida en la vinculación gasífera” expresó a través de la red social Twitter el gobernador misionero, adjuntando una imagen de la portada del suplemento publicitario en cuestión.

La semana pasada, con la llegada de los primeros camiones, comenzó el acopio de tubos con costura de 36 pulgadas en los diferentes centros ubicados a lo largo de la traza principal del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que se extiende entre Tratayén, en Neuquén, hasta Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires.
Esta obra, permitirá incrementar la producción de Vaca Muerta -segunda reserva de gas no convencional del mundo-, ampliar la capacidad de transporte de gas y hacerlo llegar a los centros de consumo. El primer tramo tendrá una extensión de 573 kilómetros, y unirá la localidad neuquina de Tratayén hasta Salliqueló en la provincia de Buenos Aires, atravesando Río Negro y La Pampa.

El proyecto está a cargo de la empresa pública Energía Argentina, y según estiman desde el Ministerio de Energía de la Nación permitirá “ahorrar más de US$ 2.900 millones al año entre sustitución de importación de combustibles y reducción de subsidios, aumentará la disponibilidad de gas a precios competitivos para la industria, los comercios y los hogares”.

Larga espera
Muchos han sido los anuncios a lo largo de los últimos tiempos, en cuanto a la supuesta llegada del gas natural a la provincia de Misiones. Pero lo cierto es que ninguno de los proyectos anunciados llegó a buen puerto y Misiones sigue siendo una de las pocas provincias del país que aún depende de las garrafas para abastecerse de este combustible.
Situándonos 19 años atrás, en noviembre de 2003, tras una reunión oficial con el presidente Néstor Kirchner, el entonces gobernador Carlos Rovira anunció públicamente: “vamos a impulsar con vehemencia el fortalecimiento de esta región a través de la concreción de obras, una de ellas es la provisión de gas natural a la provincia de Misiones que se ha firmado recientemente con una empresa nacional e internacional para la construcción de un gasoducto”.
En 2007, durante su primer año como gobernador de Misiones, Maurice Closs expresó que el gasoducto se comenzaría a construir en 2010 y que para 2015 los misioneros contarían con el combustible. “Firmamos un compromiso entre cinco gobernadores donde se establecen los ramales del gasoducto. Este convenio, que rubricaron los gobernadores de Salta, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes, también fue firmado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. La firma del convenio con el ministro De Vido y de los cinco gobernadores, dará origen a un decreto nuevo con esta traza y el llamado a licitación en el 2010. El inicio de obra estaría dándose en 2011 y la finalización en el año 2014 o 2015” había comunicado el mandatario, hoy senador nacional.

El 24 de abril de 2008, en una de sus visitas a la ciudad de Posadas, la entonces presidente de la Nación, Cristina Fernández, afirmó que “con el Gasoducto del Nordeste, que algunos ven como una obra demasiado costosa, es que vamos a traer el gas también, de donde sea, para todo el Noreste argentino, con quien todos los argentinos, pero fundamentalmente las regiones más ricas del país, las más
favorecidas, tienen una deuda histórica”.
En 2019, nuevamente el senador nacional Closs anunció la presentación en el Senado de la Nación de un proyecto para lograr extender el gasoducto hasta Misiones. “Esto, que para el país puede ser una buena noticia, también debe ser una oportunidad para Corrientes y Misiones. Si hay gas para Brasil, hay gas para nuestras provincias”, expresó el legislador al opinar sobre sobre la autorización a dos petroleras para
exportar gas natural a Brasil y Chile. Se trata de la habilitación que la Secretaría de Energía otorgó para la exportación, con carácter interrumpible, de 913,85 millones de metros cúbicos de gas natural provenientes de las cuencas Austral y Neuquina.
La realidad es, pese a los anuncios truncos, que tanto Misiones como el resto del NEA son víctimas de una pesada asimetría que genera enormes gastos a las economías domiciliarias e impide un desarrollo óptimo en múltiples sentidos.

Historia y presente
En 1992, la Ley 24.076 privatizó el transporte y distribución de gas natural en el país. En el caso del NEA, la distribución de gas por redes fue adjudicada por 35 años a la empresa GAS NEA Mesopotámica SA. Pero la zona en cuestión no contaba ni cuenta con la infraestructura necesaria, por lo que la empresa debía invertir en conexiones.
GAS NEA incumplió el contrato y en febrero de 2002 el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) elevó una petición de caducidad de la licencia ante la Secretaría de Energía.
El 24 de Noviembre de 2003, el presidente Néstor Kirchner y el Grupo Techint firmaron un contrato para la construcción de un gasoducto de 1500 kilómetros, destinado al traslado de gas desde el noroeste hasta la Mesopotamia, con una inversión superior a los 1000 millones de dólares.
En 2005, se lanzó el proyecto “Gasoducto del Noreste Argentino”, propuesta que fue declarada de Interés Nacional a través de un decreto.
En 2007, se sancionó la Ley 26.337, que habilitó a dar curso a las obras del proyecto Gasoducto del Noreste Argentino. Un año después, la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (UNIREN) y GAS NEA firmaron un convenio que establecía plazos para las obras. En paralelo, se creó un fondo fiduciario para la construcción del gasoducto en el marco del Presupuesto General de la Administración Pública.
En 2011, Energía Argentina S.A. (ENARSA) llamó a la Licitación Pública Nacional GNEA para el desarrollo de la ingeniería y construcción de una parte del ramal troncal. Entre idas y vueltas entre el Estado y las empresas involucradas, la obra quedó inconclusa.
En agosto de este año, se firmaron los contratos del gasoducto Néstor Kirchner, cuya primera etapa ya está en marcha.

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