Grandes industrias de alimentos son los principales clientes de las cooperativas de Misiones, ya que la fécula de mandioca es utilizada como un aglutinante. Temen que el producto sea reemplazado por otro de característica similar. La crisis repercute en otros sectores productivos, por ejemplo, en las fábricas de embutidos y otras que basan su actividad en el uso de ese insumo. Lo aseguró el presidente de la Cooperativa Agrícola Montecarlo, Roberto Matsunoshita. (Fuente: Primera Edición)
Inmersos en una situación que calificaron de “desesperante”, productores de fécula de mandioca de Misiones dijeron a Radio República: “A partir de este mes no podemos suministrar ni un kilo de almidón a nuestros clientes”.
Ese fue el duro relato del presidente de la Cooperativa Agrícola Montecarlo, Roberto Matsunoshita, quien contó a la radio que no tienen stock. Que sus clientes de fábricas de embutidos, y otros que basan su producción en el almidón, también están desesperados.
“No tenemos nada. Ni un kilo. Es una pena perder esta unidad de negocios, y todas las fábricas de Misiones nos encontramos en similar situación. Quisimos buscar algún tipo de solución, por ejemplo importarla, pero el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) no nos aprueba”, amplió el presidente de la cooperativa.
“Las empresas grandes que superan los mil empleados y que no cuenten con sus materias primas para seguir, están desesperadas; igual que nosotros, porque no pueden sacar la producción. Si no encuentran una alternativa, van a tener que parar sus fábricas”, analizó.
Los colonos vienen de varios períodos de cosecha con resultados negativos debido a la extrema sequía, que “no dejó crecer ni madurar las ramas de mandioca. Para colmo tuvimos el ataque de la mosca blanca, que no deja que crezcan, y nos llevó a un 80% de improductividad”, dijo Matsunoshita.
“Nos dejaron directamente sin alternativa de importar la materia prima. La producción de fécula está prácticamente concentrada en Misiones, donde contamos con varias firmas importantes que abastecen el mercado nacional y que ahora también están a la deriva”, amplió el dirigente.
“Todas las fábricas estamos mal. Desde noviembre estamos sin fécula. Hemos hecho gestiones ante todos los organismos provinciales para que nos ayuden con la gestión del SIRA, pero no hemos tenido respuestas”, lamentó.