Nota Opinión: ¿Todo vale…?”
Misiones: Cruzar a pie el Paraná, la falsedad que cambió el foco de las noticias
Por Amílcar Beron
El afán por tener una primicia muchas veces lleva a los medios de comunicación a
desinformar y magnificar hechos que no han ocurrido. Un ejemplo claro de ello fue la noticia
que recientemente dio cuenta de que la bajante del río Paraná era tal que permitía pasar
caminando desde la costa argentina a la paraguaya. (Fotos: @LucasBeron)
Tal información se originó a partir de un video publicado en redes sociales por un vecino de
Misiones que mostraba parte del lecho del río a la altura de la Isla Caraguatay, en la ciudad de
Montecarlo. Esas imágenes, filmadas con un teléfono celular, sirvieron para graficar la gran
bajante del Río Paraná, producto de la sequía, que “transformó” no solo a esta zona de
Misiones sino a gran parte del cauce natural del Río Paraná que une Brasil, donde nace, con el
Río de la Plata, donde desemboca. Pero la persona que filmó y difundió el video no dijo que se
podía cruzar caminando al Paraguay como afirmaron luego varias notas publicadas por medios
nacionales y replicadas en las redes por miles de usuarios.
La falsa información no sólo generó grandes volúmenes de tráfico digital sino también un
mayor tránsito por esos hermosos paisajes misioneros. De repente la costa sobre el Paraná se
colmó de visitantes llegados desde distintos puntos de la provincia y la región. Todos querían
ver con sus propios ojos el lecho seco del río y filmarse mientras llegaban caminando al país
vecino.
Cumplieron lo primero, pero no lo segundo. Tal prodigio era imposible porque lo publicado
no era real y ni siquiera podían llegar caminando a la Isla Caraguatay. Algunos se
decepcionaron, otros incluso se enojaron con los que rápidamente desmalezaron la zona y
cobraron doscientos pesos por el “estacionamiento” o instalaron un puesto para vender
productos varios.
Hubo quien al intentar caminar por el suelo barroso y pedregoso sufrió una caída y lesiones
leves y quienes temieron accidentes más serios para los que se aventuraban hacia el agua; hay
áreas del río de más de cincuenta metros de profundidad. Claro que también hubo quienes se
admiraban ante la belleza de esa parte de la costa paranaense que de otra forma no hubieran
conocido.
Visto que la noticia fue difundida por varios medios nacionales gozó de una difusión masiva
y un alto grado de confiabilidad. Es que, como constató un estudio realizado por Fopea (Foro
de periodismo argentino) y cofinanciado por la Unión Europea y Thompson media sobre cómo
se informan los argentinos, “existe la creencia que los medios tradicionales revisan la fuente
antes de informar a la comunidad en general”.
El problema de la bajante es real, no se puede negar. Pero también es real que por la falta
de chequeo, en el afán de buscar tráfico o llegar primero con la información, sólo se consiguió
desinformar en una época donde la desinformación está a la orden del día. Especialmente con
la pandemia actual, donde, desde las redes sociales, se han generado decenas y decenas de “fake
news” que a nada condujeron.
Es necesario definir la mirada con la que desde los medios se afrontan temas sensibles
como la pandemia o el medio ambiente.
Lo que muestra la desinformación, de la que somos responsables los medios, solo conduce
a magnificar una situación que no invita a reflexionar sobre qué le estamos haciendo a nuestro
hogar, el planeta tierra.
El debate generado en el mundo por el calentamiento global ha puesto en discusión en
diferentes países las situaciones que se viven en lugares que han pasado de un extremo a otro,
en lo que a clima se refiere, y que se traducen en inundaciones, sequías, falta o exceso de
nieve…
Son datos que están en forma permanente en las noticias, especialmente en los medios de
consumo masivo, donde se instalan para informar o, en muchos casos, desinformar ya que en
ese afán de lograr la “primicia” se deja de lado un precepto básico del periodismo como es el
de chequear, y re chequear si es necesario, cualquier información.
Quienes tenemos la responsabilidad de informar debemos afrontar el desafío de mostrar
realidades y dejar de ser simplemente herramientas que buscan en el minuto a minuto el
sensacionalismo de lo inmediato que mañana es probable sea olvidado sin dejar
absolutamente nada para que protejamos nuestra casa, nuestra única casa.
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