Posadas: escasez y “locura” por las figuritas del Mundial
La demanda creciente fuerza un faltante de álbumes y figuritas en los comercios de la capital
provincial que ofrecen el producto. Los precios, en algunos casos hasta se triplicaron desde su
lanzamiento, ocurrido hace menos de un mes. Desde la empresa Panini Argentina aseguran
que hay suficientes productos pero no dan abasto con la distribución. Preocupa el estrés y la
ansiedad que se observan.
A toda hora, en todos los kioscos y comercios que en agosto asumieron el rol de comercializar
los álbumes y las figuritas del Mundial Qatar 2022, hay alguien preguntando si llegaron. “Vení
mañana” es la respuesta más escuchada. Es que la elevada demanda que se da en Posadas
como en el resto del país, provoca aluviones de ventas que conllevan a que el stock se agote a
los pocos minutos de llegar.
El último fin de semana, la capital provincial se quedó sin álbumes y en sólo un punto de venta
físico fue posible hallar sobre de figuritas. “Durante varios días estuvimos sin stock, nos venían
prometiendo pero no traían, por eso tuvimos que pedirle paciencia a nuestros clientes. El
viernes llegaron los álbumes y las figuritas, pero se agotaron en media hora” contó uno de los
responsables del kiosco El Lector, ubicado sobre calle Entre Ríos. En este comercio, las
primeras tandas de álbumes se vendían a mil pesos, pero ya esta vez se vendieron a 1900
pesos cada uno. En tanto, cada sobre de figuritas (vienen cinco) cuesta en este kiosco, 280
pesos.
Sobre calle San Lorenzo, en pleno centro de Posadas, se encuentra Piturro, una tradicional
revistería capitalina. Por el momento no cuentan con álbumes, y hasta este lunes conservaban
algunos pocos sobre de figuritas para vender a 300 pesos cada uno. “Tuvimos que devolver un
envío de álbumes porque vinieron fallados, con páginas repetidas, así que nos quedamos otra
vez sin stock. Estábamos vendiendo a 800 pesos cada álbum. Hay una fiebre nunca antes vista
por los álbumes y las figuritas, en todo momento hay alguien comprando o consultando”
indican desde la revistería.
A pocas cuadras de allí, el local comercial Meme Juguetes, ofrece figuritas al doble del precio:
600 pesos por sobre, y no disponen de álbumes.
Desde el Mercado La Placita del Puente, donde como casi todo, los precios suelen ser un tanto
más bajos que en los demás lugares, la comerciante Paola Báez observó la existencia de
“muchísima demanda; los chicos vienen, los ofrecemos y al toque vienen y piden más
figuritas. Vienen 20 unidades y al día se van”.
Lorena Gallende (41), una madre consultada por Portal Misiones, contó que “el viernes
conseguí los dos últimos álbum en una revistería, y compré todos los sobre de figuritas que
quedaban, porque tengo una hermana en Iguazú, que no está consiguiendo y tiene a mis dos
sobrinos todo el día pidiéndole”.
Celeste M. (13), alumna de un colegio primario, contó que “para poder llenarlo, nos juntamos
entre cinco compañeros con un solo álbum. Todos los días juntamos plata para comprar lo que
nos alcance. Los que cumplen años en el grupo tienen prohibido pedir otro regalo que no sea
figuritas”.
En medio del “furor” y a dos meses del inicio de la máxima competencia internacional del
fútbol masculino en nivel selecciones, distintos profesionales advierte acerca de la ansiedad, el
estrés y otros problemas que pueden presentarse en las infancias a partir de toda esta
situación con el álbum y las figuritas.
La Licenciada en Psicología, Silvana Quetglas, especialista en Infancias y Adolescencias,
sostiene que “la práctica de llenar un álbum de figuritas, que siempre fue algo recreativo,
lúdico y placentero, en esta oportunidad se ha traducido en situaciones negativas, como el
estrés. Hoy, como se está viviendo, puede generar un estrés y una depresión que los niños
no están capacitados, no tienen la defensas suficientes para enfrentar estas situaciones.”.
Ante ellos, propone “no satisfacer porque sí todo lo que el niño demande, sino interviniendo
educacionalmente, en las emociones, acompañando y explicando. Los padres y madres
tenemos que enseñar a tolerar la espera, a controlar la ansiedad. Los chicos dependen
emocionalmente de sus padres y madres. Los límites en la infancia tienen que ser muy claro.
Las negociaciones llegan en la adolescencia no en la infancia”.
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