Argentina y Brasil descartaron a la represa de Garabí de la agenda energética binacional
El acuerdo en materia energética alcanzado este lunes 23 de enero entre Argentina y Brasil, en el marco de la primera visita presidencial de Lula a nuestro país, no incluye a uno de los proyectos más polémicos de las últimas décadas: la represa hidroeléctrica Garabí/Panambí. Todo indicaría que se trata de un destierro definitivo del proyecto, ante cuestionamientos ambientales y sociales de larga data.
Brasil y Argentina suscribieron diferentes convenios y alcanzaron acuerdos que abarcan diferentes cuestiones y atañen a diferentes áreas de las administraciones nacionales. Uno de los tópicos más importantes en la agenda, tenía que ver con la cuestión energética y la necesidad de lograr consensos para el desarrollo conjunto y estratégico de energía, con una mirada social y atento a la coyuntura tanto ambiental, como de crisis energética en numerosos países.
En la agenda de temas económicos, los dos presidentes plantearon durante la conferencia de prensa desarrollada al mediodía tras la firma del acuerdo de integración, que incluye entre otros aspectos, la construcción de una ampliación del gasoducto de Vaca Muerta con financiamiento de un banco de desarrollo brasileño, y la asociación con empresarios de ese país para el desarrollo de sectores industriales, como la minería y los fertilizantes.
Esta agenda y estos convenios, a diferencia de años anteriores, excluyen por completo al proyecto hidroeléctrico Garabí/Panambí, otrora impulsado e incluso avanzado hasta su etapa de estudios de factibilidad.
La marginación o el destierro definitivo de este proyecto (que data de 1972 y que fue modificándose a través del tiempo), resulta relevante para la provincia de Misiones y los municipios brasileños de Rio Grande do Sul que se hubiesen visto afectados directamente si el proyecto hubiese prosperado.
Pero tanto el fuerte rechazo social como la judicialización del proyecto Garabí/Panambí, conllevaron a que ambos países hayan decidido poner fin a la idea de construir la represa.
Ya en diciembre de 2022, PORTAL MISIONES adelantó que la justicia brasileña había desterrado el proyecto Garabí/Panambí y que la actual ministra de Ambiente de la Nación, Marina Silva, durante su participación en el foro internacional de la ONU por el cambio climático, había señalado que durante la nueva gestión de Lula, no se avanzaría en grandes proyectos hidroeléctricos, sino que se buscaría fortalecer fuentes más amigables con el medio y sin tanto impacto social como las mega represas.
Como dato complementario, el pasado 18 de enero, se reunieron en Brasilia, dirigentes del Movimiento Afectados por Represas de Brasil (MAB) y Alexandre Silveira, Ministro del Ministerio de Minas y Energía. Además alcanzar un acuerdo para mejorar las condiciones de las poblaciones afectadas por represas hidroeléctricas y resarcir a estas familias.
Además se habló de propuestas energéticas de transición, que incluyen entre los puntos principales una política de reparación de derechos de los afectados y la protección y seguridad de las poblaciones y comunidades afectadas. De esta reunión, surgió nuevamente el compromiso del gobierno de Brasil de no avanzar con acuerdos para grandes emprendimientos hidroeléctricos como Garabí/Panambí, y trabajar una agenda común con la organización MAB.
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