Según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación, el 63% de los estudiantes de sexto grado en Argentina afirma haber sufrido algún tipo de agresión en la escuela o en redes sociales. Además, casi 4 de cada 10 (36%) fueron víctimas de discriminación, principalmente por su aspecto físico, gustos personales u orientación sexual.
En diálogo con Portal Misiones, la psicopedagoga Estela Guzowski explicó que el bullying no debe entenderse como un hecho aislado, sino como un proceso que comienza con burlas o acciones negativas que escalan hacia la violencia. “El acoso se vincula a la intimidad, a acciones de burla que deterioran los vínculos”, señaló.
Guzowski advirtió que muchos niños no tienen aún la autonomía emocional para identificar lo que sienten ni cómo perciben las emociones de los demás. “Por no darse cuenta de las emociones violentas, sufren mucho bullying”, afirmó, destacando la necesidad de una educación emocional más sólida desde temprana edad.
“La discriminación es no reconocer al otro; el bullying es el acto de acosar, a veces por diversión o por diferencias. Es más amplio y complejo”, explicó la especialista. También remarcó que muchas veces las consultas escolares no llegan por bullying explícito, sino por otros problemas que, al analizarse, tienen al acoso como raíz.
