El INDEC planea actualizar la metodología con la que calcula el Índice de Precios al Consumidor (IPC), incorporando una canasta de bienes y servicios más moderna y acorde a los hábitos de consumo actuales.
Hoy, la medición se basa en datos de consumo recogidos en 2004-2005, algo que las autoridades consideran desactualizado. Se pretende que la nueva canasta refleje realidades contemporáneas como suscripciones a plataformas de streaming (Netflix, Spotify, etc.) y que modifique el peso relativo de ciertos rubros como alimentos, transporte y comunicaciones.
Según fuentes oficiales, la implementación no se haría este mismo año, debido a la necesidad de al menos nueve meses de preparación y recolección de precios bajo la nueva estructura. Además, explican que los nuevos resultados del IPC deberán ser compatibles con las series históricas para permitir su comparación temporal.
Desde el organismo aseguran que la modificación no tiene carácter político y descartan manipulación de datos, señalando que la actualización de la canasta está contemplada en estándares internacionales de medición.
Este cambio podría tener implicancias en diversos instrumentos indexados a la inflación, como bonos o títulos ajustados (CER), ya que podrían alterarse las cifras oficiales que se emplean como referencia.
