El 28 de octubre de 1904, Leopoldo Víctor Lanús adquirió 852 hectáreas en lo que hoy es el barrio Miguel Lanús, en Posadas. Esta fecha marca el inicio de una historia que combina tradición, urbanización y comunidad. El barrio lleva el nombre de Miguel Lanús, en honor al padre de Leopoldo.
Gloria Torres de Novaresio, bisnieta de Leopoldo, destacó el legado de su familia en el desarrollo del barrio. Recordó que su bisabuelo donó parcelas para la plaza, la iglesia, la policía y seis hectáreas para la estación de trenes. Estas acciones reflejan su visión de una comunidad organizada y cohesionada.
En sus primeros años, Miguel Lanús era un lugar de esparcimiento. Familias posadeñas iban a pasear y disfrutar del río limpio y los amplios espacios verdes. Torres recordó paseos recreativos que marcaron la identidad del barrio. La crecida del río Paraná producto de la represa Yacyretá y la relocalización de familias transformaron la geografía del lugar.
La instalación del campus universitario en 1993 marcó un antes y un después. Las unidades académicas trajeron crecimiento habitacional y urbanización planificada. Torres señaló que “comenzó una explosión de edificación para albergar a los estudiantes, y eso consolidó la relevancia del barrio”. Nuevas calles, pavimentación y plantas de tratamiento cloacal buscan modernizar la zona sin perder su identidad histórica.
Hoy, Miguel Lanús es un barrio que honra su pasado mientras avanza hacia el futuro. Los vecinos celebran con orgullo su historia y se comprometen a mantener viva la memoria de quienes contribuyeron a su crecimiento.

 
																						 
																						 
																						 
																						 
 
                