El padre Matías, perteneciente a la diócesis de Oberá, vivió una experiencia única e inolvidable en Roma al participar de la ceremonia de canonización del Papa Francisco. Aunque inicialmente tenía planeado un viaje a Alemania, decidió cambiar sus planes, realizó los trámites correspondientes y viajó a la capital italiana para ser parte de este momento histórico.
«El Papa Francisco fue electo justo cuando ingresé al seminario. Desde entonces, toda mi formación sacerdotal llevó su impronta y su enseñanza», expresó el sacerdote, emocionado.
Durante la ceremonia, Matías participó como integrante del clero, viviendo de cerca una experiencia intensa y conmovedora. «Cuando personas tan especiales parten físicamente, genera un profundo dolor emocional. Sin embargo, la esperanza firme en la fe nos sostiene», reflexionó.
El padre Matías Ache relató el impacto de la ceremonia y contó que la Plaza de San Pedro se llenó en cuestión de minutos. Miles de sacerdotes, religiosos y fieles de todas las ideologías y credos se reunieron para dar su último adiós al Papa Francisco.
