El martes 8 de julio se conmemoran doce años del fallecimiento de monseñor Joaquín Piña Batllevell, primer obispo de la diócesis de Puerto Iguazú. Nacido en Sabadell, España, el 25 de mayo de 1930, fue ordenado sacerdote jesuita en 1961 y consagrado obispo en 1986, precisamente para encabezar la nueva diócesis en el extremo norte de Misiones.

Durante más de veinte años el Padre Piña desarrolló una intensa labor pastoral y social entre las comunidades guaraníes y los sectores más desprotegidos de Paraguay y Argentina. Fue un crítico activo de gobiernos provinciales y nacionales, especialmente cuando lideró en 2006 el Frente Unidos por la Dignidad (FUD), coalición que impidió un proyecto de reelección indefinida del entonces gobernador Carlos Rovira.

En octubre de 2006 presentó su renuncia al cargo, adoptó la condición de obispo emérito y se trasladó a la comunidad jesuita de Posadas, donde continuó escribiendo y apoyando causas sociales hasta su muerte, ocurrida en Buenos Aires el 8 de julio de 2013, a los 83 años, víctima de un paro cardíaco durante una intervención hospitalaria.

Su legado perdura tanto en la estructuración de la diócesis del Iguazú como en su defensa de la justicia social y la democracia. Organizaciones locales y fieles celebran ceremonias religiosas y evocan sus libros, como Amé la justicia y odié la mentira, para mantener viva su memoria en la región.