Este miércoles 13 de agosto se perfila como un “supermiércoles” de protestas en el centro porteño. Jubilados y trabajadores del Hospital Garrahan saldrán a las calles con reclamos dirigidos a la gestión de Javier Milei. Desde temprano, los empleados del Garrahan iniciarán un paro de 24 horas y se movilizarán a las 10:30 hacia la sede de la obra social Unión Personal, en Tucumán 949.
La protesta del Garrahan, en el marco de la media sanción de la Ley de Emergencia Pediátrica, apunta contra los nuevos copagos implementados el 1 de agosto y exige la sanción urgente de la ley de emergencia pediátrica, ya aprobada en Diputados pero sin fecha en el Senado. También reclaman una recomposición salarial inmediata, en un contexto que consideran insostenible para la atención infantil y la estabilidad laboral del personal médico y técnico.
Por la tarde, a las 16, será el turno de los jubilados, que retomarán su marcha hacia el Congreso. El sector rechaza el veto presidencial a la ley que otorgaba un aumento del 7,2 % y prorrogaba la moratoria previsional. Sostienen que la decisión del Ejecutivo les impide acceder a una mejora aprobada por el Poder Legislativo, profundizando la pérdida de poder adquisitivo.
La semana pasada, una movilización similar fue reprimida con gases lacrimógenos y un camión hidrante, dejando heridos y detenidos. Los manifestantes recuerdan ese episodio como una muestra del endurecimiento en la respuesta policial a las protestas. En esta ocasión, se espera un fuerte operativo de seguridad en el Congreso y las calles aledañas.
El “supermiércoles” será así una jornada marcada por el descontento social y la tensión política. Mientras dentro del Parlamento se debaten leyes clave para sectores vulnerables, afuera confluirán dos reclamos centrales: la defensa de la salud pública infantil y el derecho a una jubilación digna. El desenlace dependerá tanto de la respuesta oficial como de la magnitud de la convocatoria.
