En agosto, el precio de la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 4,4%, alcanzando los $939,886 para una familia tipo compuesta por una pareja con dos hijos de seis y ocho años. Este incremento representa la cantidad mínima necesaria para cubrir alimentos, indumentaria y servicios sin caer por debajo de la línea de pobreza.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que establece el umbral para la indigencia, se incrementó un 3,9% durante el mismo mes, alcanzando los $421,473. En lo que va del año, la CBA ha subido un 75,1%, mientras que en los últimos 12 meses el aumento es de 222,7%. La CBT, por su parte, ha registrado un incremento acumulado del 89,6% en el año y del 230,1% en el último año.
Estos aumentos están reflejando una realidad preocupante: el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) informó que la pobreza alcanzó al 55,5% de la población y la indigencia al 17,5% al cierre del primer semestre del año. Para finales de 2023, el Indec estimaba que la pobreza afectaba al 41,7% de los habitantes, con un 11,9% de ellos en situación de indigencia. Durante el primer semestre, la inflación había llegado al 79,8%.
La creciente pobreza e indigencia se atribuye en gran medida al impacto de la inflación reciente, especialmente en el sector de alimentos, que ha tenido un efecto desproporcionado sobre los sectores más vulnerables de la sociedad.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tiene previsto publicar el jueves 26 de septiembre los datos oficiales sobre el Índice de Pobreza correspondiente al primer semestre del año, lo que proporcionará una visión más detallada sobre la situación socioeconómica actual.